La electricidad como forma de energía secundaria es generada en
nuestro país de fuentes primarias, tales como carbón, hidroelectricidad,
derivados del petróleo, gas natural (este último solo en el extremo sur
del país) y leña, por tratarse de fuentes económicamente competitivas.
El principal recurso de generación de energía eléctrica es el
hidráulico - dados los grandes desniveles que proporciona la cordillera -
seguido por los combustibles de origen fósil, principalmente carbón
utilizado en centrales termoeléctricas.
La generación nacional de energía hidroeléctrica durante los
últimos diez años correspondió aproximadamente a un 70% de la generación
eléctrica total del país, correspondiendo la proporción restante a
generación térmica.
En la actualidad la capacidad instalada total del país se
descompone aproximadamente en 3.000 MW (59%) y 2.000 MW (41%) de
capacidad hidroeléctrica y termoeléctrica, respectivamente.
En cuanto al consumo, históricamente las tasas de crecimiento de
la demanda de energía eléctrica han superado a las tasas de crecimiento
del PGB. Sin embargo, la tendencia actual, observada en los países mas
desarrollados, apunta hacia un uso más eficiente y racional de la
energía, y es así como también en Chile se han observado períodos en que
el consumo nacional de energía eléctrica ha experimentado crecimientos
iguales o inferiores a la variación de PGB.
El consumo per cápita anual de energía eléctrica nacional alcanza
en la actualidad aproximadamente a 1.500 kWh/habitante al año,
situándose por encima del promedio latinoamericano el cual, según OLADE,
era de 1.140 kWh por habitante al año en 1991.