Se dice que riman de forma asonante las palabras en las que coinciden las vocales acentuadas de cada sílaba a partir de la última vocal tónica.
Esto excluye las vocales no acentuadas de los diptongos; por ejemplo, "niño" rima asonantemente con "vivo".
Al pasar la medianoche
y romper en llanto la Niña,
las cien bestias despertaron
y el establo se hizo vivo...
y se fueron acercando
y alargaron hasta el Niño
como un bosque sacudido.
Bajó un buey su aliento al rostro
y se lo exhaló sin ruido,
y sus ojos fueron tiernos,
como llenos de rocío...
Una oveja lo frotaba contra su vellón suavísimo,
y las manos le lamían,
en cuclillas, dos cabritos...
Gabriela Mistral. "El Establo"